



Según la investigación, el eslovaco de 43 años, padre de dos hijas menores de edad residente en Kysak, buscaba vía Internet a una persona que se resignara a suicidarse para ser cocinada y comida.
Un ciudadano de Suiza respondió inicialmente a ese anuncio, pensando
que se trataba de un juego macabro. Pero luego avisó a los organismos judiciales, los que elaboraron una operación especial para desenmascarar al caníbal.
El martes pasado, un policía que se hizo pasar por una persona dispuesta a ser víctima, llegó a la ciudad de Kysak para conocer a su “cliente”.
Por causas desconocidas, entre el sospechoso y el policía surgió un tiroteo. Ambos quedaron gravemente heridos. El policía sigue en estado crítico en el hospital.
Un caso semejante tuvo lugar en 2003. La policía alemana arrestó a un tal Armin Meiwes como presunto caníbal. La investigación averiguó que ese hombre conoció a su víctima vía Internet, la asesinó, despedazó el cuerpo y lo guardó durante un largo tiempo en el frigorífico. Comió en total unos 20 kilogramos de carne humana.
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