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Carl Edward Sagan (
Nueva York,
Estados Unidos,
9 de noviembre de
1934 –
Seattle,
Estados Unidos,
20 de diciembre de
1996) fue un
astrónomo,
astrofísico,
cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense.
Sagan publicó numerosos artículos científicos y comunicaciones
1 y fue autor, co-autor o editor de más de una veintena de libros. Defensor del
pensamiento escéptico científico y del
método científico, fue también pionero de la
exobiología, promotor de la búsqueda de inteligencia extraterrestre a través del Proyecto
SETI e impulsó el envío de mensajes a bordo de
sondas espaciales,
destinados a informar a posibles civilizaciones extraterrestres acerca
de la cultura humana. Mediante sus observaciones de la atmósfera de
Venus, fue de los primeros científicos en estudiar el
efecto invernadero a escala planetaria.
En la
Universidad Cornell, Carl Sagan fue el primer científico en ocupar la
Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio, creada en 1976, y fue Director del
Laboratorio de Estudios Planetarios.
Carl Sagan ha sido muy popular por sus libros de divulgación científica —en 1978, ganó el
Premio Pulitzer de Literatura General de No Ficción por su libro
Los Dragones del Edén—, por la galardonada serie documental de TV
Cosmos: Un viaje personal, producida en 1980, de la que fue narrador y co-autor, y por el libro
Cosmos que fue publicado como complemento de la serie, además de por la novela
Contacto, en la que se basa la
película homónima
de 1997. A lo largo de su vida, Sagan recibió numerosos premios y
condecoraciones por su labor como comunicador de la ciencia y la
cultura. Está considerado como uno de los divulgadores de la ciencia más
carismáticos e influyentes, gracias a su capacidad de transmitir las
ideas científicas y los aspectos culturales al público no especializado
con sencillez no exenta de rigor, lo que ha dado origen a multitud de
vocaciones científicas entre el público general.-
-Infancia y Adolescencia:
Carl Sagan nació en
Brooklyn, Nueva York, en una familia de judíos ucranianos. Su padre, Sam Sagan, era un obrero de la industria textil nacido en
Kamenets-Podolsk,
Ucrania,
y su madre, Rachel Molly Gruber, era ama de casa. Carl recibió su
nombre en honor de la madre biológica de Rachel, Chaiya Clara; en
palabras de Sagan,
la madre que ella nunca conoció. Sagan se graduó en la
Rahway High School de
Rahway,
Nueva Jersey, en 1951.
Carl tenía una hermana, Carol; la familia vivía en un modesto apartamento cerca del Océano Atlántico, en
Bensonhurst,
un barrio de Brooklyn. Según Sagan, eran judíos reformistas, el más
liberal de los tres principales grupos judíos. Tanto Sagan como su
hermana coinciden en que su padre no era especialmente religioso, pero
que su madre
indudablemente creía en Dios, y participaba activamente en el templo...; y sólo servía carne kosher. Durante el auge de la
Gran Depresión, su padre tuvo que aceptar un empleo como acomodador de cine.
Según el biógrafo Keay Davidson, la
guerra interior de Sagan era resultado de la estrecha relación que mantenía con sus padres, quienes eran
opuestos en muchos sentidos. Sagan remontaba sus posteriores impulsos analíticos a su madre, una mujer que conoció la
pobreza extrema siendo niña, y que había crecido casi sin hogar en la ciudad de Nueva York durante la
I Guerra Mundial y la década de 1920.
Tenía las ambiciones propias de una mujer joven, pero bloqueadas por
las restricciones sociales, por su pobreza, por ser mujer y esposa, y
por ser de etnia judía. Davidson señala que ella, por tanto,
adoraba a su único hijo, Carl. Él haría realidad sus sueños no cumplidos.
Sin embargo, su
capacidad para sorprenderse venía de su padre, que era un
tranquilo y bondadoso fugitivo del Zar. En su tiempo libre, regalaba manzanas a los pobres o ayudaba a suavizar las tensiones entre patronos y obreros en la
tumultuosa industria textil de Nueva York. Aunque
intimidado por la
brillantez de Carl, por
sus infantiles parloteos sobre estrellas y dinosaurios, se tomó con calma la curiosidad de su hijo, como parte de su educación.
Años más tarde, como escritor y científico, Sagan recurriría a sus
recuerdos de la infancia para ilustrar ideas científicas, como hizo en
su libro
El mundo y sus demonios. Sagan describe así la influencia de sus padres en su pensamiento posterior:
Mis padres no eran científicos. No sabían casi nada de ciencia. Pero
al iniciarme simultáneamente al escepticismo y a hacerme preguntas, me
enseñaron los dos modos de pensamiento que conviven precariamente y que
son fundamentales para el método científico.-
-Segunda Guerra Mundial:
Durante la
II Guerra Mundial,
la familia de Sagan estuvo preocupada por el destino de sus parientes
europeos. Sagan, sin embargo y por lo general, no fue consciente de los
detalles sobre el curso de la guerra. Escribió:
Cierto es que tuvimos
parientes que quedaron atrapados en el Holocausto. Hitler no era un
sujeto popular en nuestra casa... Pero, por otro lado, yo estuve
bastante aislado de los horrores de la guerra. Su hermana, Carol, dijo que su madre
por
encima de todo quería proteger a Carl... Ella lo estaba pasando
extraordinariamente mal con la II Guerra Mundial y el Holocausto. En su libro
El mundo y sus demonios
(1996), Sagan incluye sus recuerdos sobre aquel período conflictivo,
cuando su familia se enfrentó a la realidad de la guerra en Europa, pero
trató de evitar que ésta socavara su espíritu optimista.
-Curiosidad por la Naturaleza:
Poco después de ingresar en la escuela elemental, Sagan comenzó a
expresar una fuerte curiosidad por la naturaleza. Sagan recordaba sus
primeras visitas en solitario a la biblioteca pública, a la edad de
cinco años, cuando su madre le regaló un carné de lector. Quería saber
qué eran las estrellas, ya que ninguno de sus amigos ni sus padres
sabían darle una respuesta clara:
Fui al bibliotecario y pedí un libro sobre las estrellas... Y la
respuesta fue sensacional. Resultó que el Sol era una estrella pero que
estaba muy cerca. Las estrellas eran soles, pero tan lejanos que sólo
parecían puntitos de luz... De repente, la escala del universo se abrió
para mí. Fue una especie de experiencia religiosa. Había algo magnífico
en ello, una grandiosidad, una escala que jamás me ha abandonado. Que
nunca me abandonará.4
Por la época en que tenía seis o siete años, Sagan y un amigo fueron al
Museo Americano de Historia Natural de la ciudad de Nueva York. Allí estuvieron en el
Planetario Hayden y pasearon por las exhibiciones de objetos espaciales del museo, como los
meteoritos, y las muestras de
dinosaurios y animales en entornos naturales. Sagan escribió sobre esas visitas:
Me quedaba paralizado ante las representaciones en dioramas realistas
de los animales y de sus hábitats de todo el mundo. Pingüinos sobre el
hielo apenas iluminado de la Antártida... una familia de gorilas, con el
macho golpeándose el pecho... un oso grizzly en pie sobre sus patas traseras, de diez o doce pies de alto, y mirándome fijamente a los ojos.
Los padres de Sagan ayudaron a alimentar el creciente interés de éste
por la ciencia comprándole juegos de química y material de lectura.
Su interés por el espacio era, sin embargo, su principal foco,
especialmente después de leer las historias de ciencia-ficción de
escritores como
Edgar Rice Burroughs, quienes estimulaban su imaginación acerca de cómo sería la vida en otros planetas, como
Marte.
Según el biógrafo Ray Spangenburg, estos primeros años en los que Sagan
trataba de comprender los misterios de los planetas, se convirtieron en
una
fuerza motora en su vida, una chispa continua para su intelecto, y una búsqueda que jamás sería olvidada.
-Formacion y Carrera Cientifica:
Carl Sagan se matriculó en la
Universidad de Chicago, donde participó en la Ryerson Astronomical Society,
graduándose en artes, en 1954, con honores especiales y generales; en
ciencias, en 1955, y obteniendo un máster en Física, en 1956, para luego
doctorarse en
Astronomía y
Astrofísica, en 1960. Durante su etapa de pregrado, Sagan trabajó en el laboratorio del genetista
Hermann Joseph Muller. De 1960 a 1962, Sagan disfrutó de una
Beca Miller para la
Universidad de California, Berkeley. De 1962 a 1968, trabajó en el
Smithsonian Astrophysical Observatory en
Cambridge, Massachusetts.
Sagan impartió clases e investigó en la
Universidad de Harvard hasta 1968, año en el que se incorporó a la
Universidad Cornell, en
Ithaca,
Nueva York. En 1971, fue nombrado profesor titular y director del
Laboratorio de Estudios Planetarios. De 1972 a 1981, Sagan fue Director
Asociado del
Centro de Radiofísica e Investigación Espacial de Cornell. Desde 1976 hasta su muerte, fue el primer titular de la
Cátedra David Duncan de Astronomía y Ciencias del Espacio.
Sagan estuvo vinculado al programa espacial estadounidense desde los
inicios de éste. Desde la década de 1950, trabajó como asesor de la
NASA, donde uno de sus cometidos fue dar las instrucciones del
Programa Apolo a los astronautas participantes antes de partir hacia la
Luna. Sagan participó en muchas de las misiones que enviaron naves espaciales robóticas a explorar el
Sistema Solar,
preparando experimentos para varias expediciones. Concibió la idea de
añadir un mensaje universal y perdurable a las naves destinadas a
abandonar el sistema solar que pudiese ser potencialmente comprensible
por cualquier inteligencia extraterrestre que lo encontrase. Sagan
preparó el primer mensaje físico enviado al espacio exterior: una
placa anodizada, unida a la sonda espacial
Pioneer 10, lanzada en 1972. La
Pioneer 11,
que llevaba otra copia de la placa, fue lanzada al año siguiente. Sagan
continuó refinando sus diseños; el mensaje más elaborado que ayudó a
desarrollar y preparar fue
Disco de Oro de las Voyager que fue enviado con las sondas espaciales
Voyager en 1977. Sagan se opuso frecuentemente a la decisión de financiar el
Transbordador Espacial y la
Estación Espacial a expensas de futuras misiones robóticas.
Sagan impartió un curso de
pensamiento crítico en la
Universidad Cornell, hasta su muerte en 1996.
Logros Cientificos:
Las contribuciones de Sagan fueron vitales para el descubrimiento de las altas temperaturas superficiales del planeta
Venus.
A comienzos de la década de 1960 nadie sabía a ciencia cierta cuáles
eran las condiciones básicas de la superficie de dicho planeta, y Sagan
enumeró las posibilidades en un informe que posteriormente fue divulgado
en un libro de
Time-Life titulado
Planetas.
En su opinión, Venus era un planeta seco y muy caliente en oposición al
paraíso templado que otros imaginaban. Había investigado las emisiones
de radio procedentes de Venus y llegado a la conclusión de que la
temperatura superficial de éste debía de ser de unos 500 °C. Como
científico visitante del
Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, participó en las primeras misiones del
Programa Mariner a Venus, trabajando en el diseño y gestión del proyecto. En 1962, la sonda
Mariner 2 confirmó sus conclusiones sobre las condiciones superficiales del planeta.
Sagan fue de los primeros en plantear la hipótesis de que una de las lunas de
Saturno,
Titán, podría albergar océanos de compuestos líquidos en su superficie, y que una de las lunas de
Júpiter,
Europa, podría tener océanos de agua subterráneos. Esto haría que Europa fuese potencialmente habitable por formas de vida.
10 El océano subterráneo de agua de Europa fue posteriormente confirmado de forma indirecta por la sonda espacial
Galileo. El misterio de la bruma rojiza de Titán también fue resuelto con la ayuda de Sagan, debiéndose a
moléculas orgánicas complejas en constante lluvia sobre la superficie de la luna saturniana.
Sagan también contribuyó a la mejor comprensión de las atmósferas de Venus y Júpiter y de los cambios estacionales de
Marte.
Determinó que la atmósfera de Venus es extremadamente caliente y densa
con presiones en gradual aumento hasta la superficie planetaria. También
percibió el
calentamiento global
como un peligro creciente de origen humano y lo comparó con la
evolución natural de Venus hacia un planeta caliente y no apto para la
vida como consecuencia de un
efecto invernadero fuera de control. Sagan y su colega de Cornell,
Edwin Ernest Salpeter,
especularon sobre la posibilidad de la existencia de vida en las nubes
de Júpiter, dada la composición de la densa atmósfera del planeta, rica
en moléculas orgánicas. También estudió las variaciones de color de la
superficie de Marte y concluyó que no se trataba de cambios estacionales
o vegetales, como muchos creían, sino desplazamientos del polvo
superficial causados por tormentas de viento.
Sin embargo, Sagan es más conocido por sus investigaciones sobre la posibilidad de la
vida extraterrestre, incluyendo la demostración experimental de la producción de
aminoácidos mediante
radiación y a partir de reacciones químicas básicas.
En 1994, Sagan recibió la
Medalla de Bienestar Público, la mayor condecoración de la
Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos por sus
destacadas contribuciones a la aplicación de la ciencia al bienestar público.
Se dice que le fue denegado el ingreso en dicha Academia porque su
actividad en los medios le había hecho impopular ante otros científicos.
Abanderado de la Ciencia:
-La habilidad de Sagan para transmitir sus ideas permitió que muchas
personas comprendiesen mejor el cosmos, enfatizando simultáneamente el
valor de la raza humana, y la relativa insignificancia de la Tierra
respecto del
universo. En Londres, impartió la edición de 1977 de las
Royal Institution Christmas Lectures. Fue presentador, coautor y coproductor --junto a
Ann Druyan y
Steven Soter-- de la popular serie de televisión de trece capítulos
Cosmos: Un viaje personal, producida por el
PBS, y que seguía el formato de la también serie
El ascenso del hombre, presentada por
Jacob Bronowski.
Sagan defendió la búsqueda de vida extraterrestre, instando a la comunidad científica a utilizar
radiotelescopios
para buscar señales procedentes de formas de vida extraterrestres
potencialmente inteligentes. Sagan fue tan persuasivo que, en 1982,
logró publicar en la revista
Science una petición de defensa del
Proyecto SETI firmada por 70 científicos entre los que se encontraban siete ganadores del
Premio Nobel, lo que supuso un enorme espaldarazo a la respetabilidad de un campo tan controvertido. Sagan también ayudó al
Dr. Frank Drake a preparar el
mensaje de Arecibo, una emisión de radio dirigida al espacio desde el
radiotelescopio de Arecibo el 16 de noviembre de 1974, destinada a informar sobre la existencia de la Tierra a posibles seres extraterrestres.
De 1968 a 1979, Sagan fue editor de la
Revista Icarus, publicación para profesionales sobre investigación planetaria. Fue co-fundador de la
Sociedad Planetaria,
el mayor grupo del mundo dedicado a la investigación espacial, con más
de cien mil miembros en más de 149 países, y fue miembro del Consejo de
Administración del Instituto
SETI. Sagan ejerció también de Presidente de la
División de Ciencia Planetaria (DPS) de la
Sociedad Astronómica Americana, de Presidente de la Sección de Planetología de la
American Geophysical Union, y de Presidente de la Sección de Astronomía de la
Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.
En el clímax de la
Guerra Fría, Sagan dedicó parte de sus esfuerzos a concienciar a la opinión pública sobre los efectos de una
guerra nuclear
cuando un modelo matemático del clima sugirió que un intercambio
nuclear de proporciones suficientes podría desestabilizar el delicado
equilibrio de la vida en la Tierra. Fue uno de los cinco autores —el
autor "S"— del informe
TTAPS,
como fue conocido dicho artículo de investigación. Finalmente, fue
coautor del artículo científico que planteaba la hipótesis de un
invierno nuclear global tras una guerra nuclear.
Carl Sagan relató su implicación en los debates políticos sobre el
invierno nuclear y su errónea predicción del enfriamiento global que
causarían los incendios de los pozos petrolíferos durante la Guerra del
Golfo, en su libro,
El mundo y sus demonios. También fue coautor del libro
A Path Where No Man Thought: Nuclear Winter and the End of the Arms Race
("Un camino que ningún humano pensó: el invierno nuclear y el fin de la
carrera armamentista"), un análisis exhaustivo del fenómeno del
invierno nuclear.
La serie
Cosmos abarcó un amplio espectro de materias científicas que incluían el
origen de la vida y una perspectiva de nuestro lugar en el
universo. Fue estrenada por el
Public Broadcasting Service en 1980, ganando un
Premio Emmy y un
Premio Peabody. Ha sido emitida en más de 60 países y vista por más de 600 millones de personas, convirtiéndose en el programa del
PBS más visto de la historia. Además, la revista
Time publicó un artículo de portada sobre Sagan poco después del estreno, refiriéndose a él como
el
creador, autor principal y presentador-narrador de la nueva serie de la
televisión pública Cosmos, toma el control de su nave de la fantasía.
Sagan también escribió libros de divulgación científica que reflejan y desarrollan algunos de los temas tratados en
Cosmos, entre los que destacan
Los dragones del Edén: Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana, que ganó un
Premio Pulitzer y se convirtió en el libro de ciencia en inglés más vendido de todos los tiempos; y
El cerebro de Broca: Reflexiones sobre el romance de la ciencia. Sagan también escribió, en 1985, la exitosa novela de ciencia-ficción
Contacto, basada en un proyecto de guion que ideó con su esposa en 1979, pero no viviría para ver la
adaptación cinematográfica de la misma, estrenada en 1997, protagonizada por la actriz
Jodie Foster, y que ganaría el
Premio Hugo de 1998 a la "Mejor Presentación Dramática".
Un punto azul pálido: La Tierra no es más que un píxel brillante fotografiado desde la
Voyager 1, a 6.000 millones de kilómetros de distancia (más allá de Plutón). Sagan convenció a la NASA para que generase esta imagen.
Sagan escribió un libro continuación de
Cosmos, llamado
Un punto azul pálido: Una visión del futuro humano en el espacio, que fue seleccionado como libro destacado de 1995 por
The New York Times. En enero de 1995, Sagan apareció en el programa de
Charlie Rose, en el
PBS. También escribió una introducción al exitoso libro de
Stephen Hawking,
Breve historia del tiempo.
También fue conocido por su labor como divulgador de la Ciencia, por
sus esfuerzos para incrementar la comprensión científica del público en
general, y por su posición en favor del
escepticismo científico y contra las
pseudociencias, como su refutación de la
abducción de Betty y Barney Hill. Para señalar el décimo aniversario de la muerte de Sagan, David Morrison, uno de sus antiguos alumnos, recordó
las
inmensas contribuciones de Sagan a la investigación planetaria, a la
comprensión pública de la ciencia, y al movimiento escéptico en la revista
Skeptical Inquirer.
En enero de 1991, Sagan planteó la hipótesis de que una cantidad suficiente de humo procedente de los
incendios petroleros de Kuwait de ese año
podría alcanzar una altura tal que llegase a desmantelar la actividad agrícola en el sur de Asia ... Posteriormente reconoció, en
El mundo y sus demonios, que dicha predicción no resultó ser correcta: estaba
oscuro
como boca de lobo a mediodía y las temperaturas cayeron entre 4 y 6 °C
en el Golfo Pérsico, pero no fue mucho el humo que alcanzó altitudes
estratosféricas y Asia se salvó.
En 2007, un estudio aplicó modelos computacionales modernos a los
incendios petroleros de Kuwait, resultando que columnas individuales de
humo no son capaces de elevar éste hasta la estratosfera, pero que el
humo procedente de fuegos que abarquen una gran superficie, como algunos
incendios forestales o los incendios de ciudades enteras producto de un
ataque nuclear, sí que elevarían cantidades significativas de humo a
niveles estratosféricos.
En sus últimos años, Sagan abogó por la creación de una búsqueda
organizada de objetos cercanos a la Tierra que pudieran impactar contra
ésta. Mientras otros expertos sugerían la creación de grandes bombas nucleares que pudieran usarse para alterar la órbita de un
NEO
susceptible de impacto terrestre, Sagan propuso el Dilema de la
Desviación: al crear la capacidad de alejar un asteroide de la Tierra,
también se crea la capacidad de desviarlo hacia ésta, dotando
potencialmente a un poder maléfico con una auténtica bomba del fin del
mundo.
Miles de Millones:
A partir de
Cosmos y de sus frecuentes apariciones en el programa
The Tonight Show Starring Johnny Carson, comenzó a relacionarse a Sagan con la muletilla
miles de millones y miles de millones —en inglés estadounidense,
billions and billions—. Sagan afirmaba que él nunca utilizó esa frase en la serie. Lo más parecido que llegó a expresar está en el libro
Cosmos, donde habla de "miles
y miles de millones":
Una galaxia se compone de gas y de polvo y de estrellas, de miles y miles de millones de estrellas.
Sin embargo, su frecuente uso de la palabra
billions, enfatizando la pronunciación de la "b" (de forma intencionada para no recurrir a alternativas más farragosas, como decir
billions with a "b", para que el espectador distinguiese claramente dicha palabra de
millions --millones--), le convirtieron en el blanco favorito de humoristas como
Johnny Carson,
Gary Kroeger,
Mike Myers,
Bronson Pinchot,
Penn Jillette,
Harry Shearer, y otros.
Frank Zappa satirizó la expresión en su canción
Be In My Video, junto con el término "luz atómica" --
atomic light--. Sagan se tomó todo esto de buen humor hasta tal punto que su último libro se tituló
Miles de millones,
iniciándolo con un análisis burlesco de la famosa expresión, señalando
que el propio Carson era un aficionado a la astronomía y que sus números
a menudo incluían elementos de ciencia real.
Sus habituales descripciones de enormes cantidades a escala cósmica
inculcaron en la percepción popular la maravilla de la inmensidad del
espacio y el tiempo como, por ejemplo, su frase
El número total de estrellas en el Universo es mayor que el de todos los granos de arena de todas las playas del planeta Tierra. Como homenaje humorístico, se ha definido un
sagan como una
unidad de medida equivalente, al menos, a cuatro mil millones, puesto que el número más pequeño que puede ser descrito como
miles de millones y miles de millones es dos mil millones más dos mil millones.
Ciencia y Religion:
El escritor
Isaac Asimov
describió a Sagan como una de las dos únicas personas que había
conocido cuyo intelecto superaba al suyo, siendo la otra el informático y
experto en inteligencia artificial,
Marvin Minsky.
Sagan escribía a menudo sobre la religión y sobre la relación entre
ésta y la ciencia, expresando su escepticismo sobre la convencional
conceptualización de Dios como ser sapiente:
Alguna gente piensa en Dios imaginándose un hombre anciano, de
grandes dimensiones, con una larga barba blanca. sentado en un trono en
algún lugar ahí arriba en el cielo, llevando afanosamente la cuenta de
la muerte de cada gorrión. Otros —por ejemplo, Baruch Spinoza y Albert
Einstein— consideraban que Dios es básicamente la suma total de las
leyes físicas que describen al universo. No sé de ningún indicio de peso
en favor de algún patriarca capaz de controlar el destino humano desde
algún lugar privilegiado oculto en el cielo, pero sería estúpido negar
la existencia de las leyes físicas.
En otra descripción de su punto de vista sobre Dios, Sagan afirma rotundamente:
La idea de que Dios es un hombre blanco de grandes dimensiones y de
larga barba blanca, sentado en el cielo y que lleva la cuenta de la
muerte de cada gorrión es ridícula. Pero si por Dios uno entiende el
conjunto de leyes físicas que gobiernan el universo, entonces está claro
que dicho Dios existe. Este Dios es emocionalmente insatisfactorio...
no tiene mucho sentido rezarle a la ley de la gravedad.
En 1996, en respuesta a una pregunta acerca de sus creencias religiosas, Sagan contestó:
Soy agnóstico. El punto de vista de Sagan sobre la religión ha sido interpretado como una forma de
panteísmo comparable a la creencia de Einstein en el Dios de Spinoza.
Sagan sostenía que la idea de un creador del universo era difícil de
probar o refutar, y que el único descubrimiento científico que podría
desafiarla sería el de un universo infinitamente viejo. Según su última esposa, Ann Druyan, Sagan no era creyente:
Cuando mi esposo murió, debido a que era tan famoso y conocido por
ser un no creyente, muchas personas se me acercaban —aún sucede a veces—
a preguntarme si Carl cambió al final y se convirtió en un creyente en
la otra vida. También me preguntan con frecuencia si creo que le volveré
a ver. Carl se enfrentó a su muerte con infatigable valor y jamás buscó
refugio en ilusiones. Lo trágico fue saber que jamás nos volveríamos a
ver. No espero volver a reunirme con Carl.
En 2006, Ann Druyan editó las
Conferencias Gifford sobre Teología Natural, impartidas por Sagan en
Glasgow, en el año 1985, incluyéndolas en un libro llamado
La diversidad de la ciencia: una visión personal de la búsqueda de Dios, en el que el astrónomo expone su punto de vista sobre la divinidad en el mundo natural.
Libre pensador y Eceptico:
Sagan también está considerado como
librepensador y
escéptico; una de sus frases más famosas, de la serie
Cosmos, es:
Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias. Dicha frase está basada en otra casi idéntica de su colega fundador del
Comité para la Investigación Escéptica,
Marcello Truzzi:
Una afirmación extraordinaria requiere una prueba extraordinaria. Esta idea tuvo su origen en
Pierre-Simon Laplace (1749–1827), matemático y astrónomo francés, quien dijo que
el peso de la evidencia de una afirmación extraordinaria debe ser proporcional a su rareza.
A lo largo de su vida, los libros de Sagan fueron desarrollados sobre su visión del mundo, naturalista y escéptica. En
El mundo y sus demonios,
Sagan presentó herramientas para probar argumentos y detectar falacias y
fraudes, abogando esencialmente por el uso extensivo del pensamiento
crítico y del
método científico. La recopilación
Miles de millones, publicada en 1997 tras la muerte de Sagan, contiene ensayos, como su visión sobre el
aborto, y el relato de su viuda, Ann Druyan, sobre su muerte como escéptico, agnóstico y librepensador.
Sagan advirtió contra la tendencia humana hacia el
antropocentrismo. Fue asesor de los
Alumnos de Cornell por el Trato Ético hacia los Animales. En el capítulo
Blues para un planeta rojo, del libro
Cosmos, Sagan escribió:
Si hay vida en Marte, creo que no deberíamos hacer nada con éste, incluso si los marcianos fueran sólo microbios.
El fenomeno O.V.N.I:
Sagan mostró interés en los informes sobre el fenómeno
OVNI al menos desde el 3 de agosto de 1952, cuando escribió una carta al Secretario de Estado estadounidense
Dean Acheson preguntándole cómo responderían los EE.UU. si los platillos volantes resultaran ser de origen extraterrestre. Posteriormente, en 1964, mantuvo varias conversaciones sobre el asunto con
Jacques Vallee.
A pesar de su escepticismo acerca de la obtención de cualquier
respuesta extraordinaria a la cuestión OVNI, Sagan creía que los
científicos debían estudiar el fenómeno, aunque sólo fuese por el gran
interés que el asunto despertaba en el público.
Stuart Appelle comenta que Sagan
escribió frecuentemente sobre lo que él percibía como falacias lógicas y empíricas acerca de los OVNIs y las experiencias de abducción.
Sagan rechazaba la explicación extraterrestre del fenómeno pero tenía
la sensación de que examinar los informes OVNI tendría beneficios
empíricos y pedagógicos, y que el asunto sería, por tanto, una materia
de estudio legítima.47
En 1966, Sagan fue miembro del Comité Ad Hoc para la Revisión del
Proyecto Libro Azul,
promovido por la Fuerza Aérea de los EE.UU. para investigar el fenómeno
OVNI. El comité concluyó que el Libro Azul dejaba que desear como
estudio científico, y recomendó la realización de un proyecto de corte
universitario para someter el fenómeno a un escrutinio más científico.
El resultado fue la formación del
Comité Condon (1966–1968), liderado por el físico
Edward Condon,
y que, en su informe final, dictaminó formalmente que los OVNIs, con
independencia de su origen y significado, no se comportaban de manera
consistente para representar una amenaza a la seguridad nacional.
Ron Westrum escribe:
El punto culminante del tratamiento que Sagan dio a la cuestión OVNI fue el simposio de la AAAS
de 1969. Los participantes expusieron un amplio abanico de opiniones
formadas en el tema, incluyendo no sólo a partidarios como James McDonald y J. Allen Hynek sino también a escépticos como los astrónomos William Hartmann y Donald Menzel.
La lista de ponentes estaba equilibrada, y es mérito de Sagan el que
dicho evento tuviera lugar a pesar de la presión ejercida por Edward Condon.
Junto al físico Thornton Page, Sagan editó las conferencias y debates
presentados en el simposio; éstos se publicaron en 1972 bajo el título
UFOs: A Scientific Debate. En algunos de los numerosos libros de Sagan se examina la cuestión OVNI (al igual que en uno de los episodios de
Cosmos) y se afirma la existencia de un trasfondo religioso al fenómeno.
En 1980, Sagan volvió a revelar su punto de vista sobre los viajes interestelares en la serie
Cosmos.
En una de sus últimas obras escritas, Sagan expuso que la probabilidad
de que naves espaciales extraterrestres visitasen la Tierra era muy
pequeña. Sin embargo, Sagan creía que era plausible que la preocupación
causada por la
Guerra Fría contribuyese a que los gobiernos desorientasen a los ciudadanos acerca de los OVNIs, y que
algunos
de los análisis e informes sobre OVNIs, y quizá archivos voluminosos,
hayan sido declarados inaccesibles al público que paga las impuestos...
Es hora de que esos archivos sean desclasificados y puestos a
disposición de todos. También previno acerca de sacar conclusiones
sobre datos eliminados sobre los OVNIs e insistió en que no existían
claras evidencias de que posibles alienígenas hubieran visitado la
Tierra ni en el pasado ni en el presente.
ODISEA DEL ESPACIO:
Sagan ejerció brevemente de asesor en la película
2001: Una odisea del espacio, dirigida por
Stanley Kubrick. Sagan propuso que la película sugiriese, sin mostrar, la existencia de una superinteligencia extraterrestre.
Mr. X:
Sagan fue consumidor y defensor del uso de la
marihuana. Bajo el pseudónimo
Mr. X, aportó un ensayo sobre el cannabis fumado al libro de 1971,
Marihuana Reconsidered.
El ensayo explicaba que el uso de la marihuana había ayudado a inspirar
parte de los trabajos de Sagan y a mejorar sus experiencias sensuales e
intelectuales. Tras la muerte de Sagan, su amigo
Lester Grinspoon desveló esta información al biógrafo Keay Davidson. La publicación de la biografía
Carl Sagan: Una vida, en 1999, atrajo la atención de los medios hacia este aspecto de la vida de Sagan. Poco después de su muerte, su viuda, Ann Druyan, aceptó formar parte de la junta asesora de la
NORML, una fundación dedicada a la reforma de la legislación sobre el cannabis.
El caso Apple:
En 1994, los ingenieros de
Apple Computer bautizaron al
Power Macintosh 7100 con el nombre en clave
Carl Sagan con la esperanza de que Apple ganara
miles de millones con las ventas del mismo.
El nombre sólo fue utilizado internamente, pero a Sagan le preocupaba
que se convirtiera en un medio de promoción del producto y envió a Apple
una carta de desistimiento. Apple aceptó, pero los ingenieros
respondieron cambiando el nombre en clave interno a
BHA (siglas de
Butt-Head Astronomer -
Astrónomo Cabezota). Entonces, Sagan denunció a Apple por
difamación, ante el tribunal federal. El tribunal aceptó la petición de Apple de desestimar la acusación de Sagan y opinó, en
obiter dictum, que un lector situado en el contexto comprendería que Apple estaba
tratando claramente de responder de forma humorística y satírica, y que
se
fuerza la razón al concluir que el acusado trataba de criticar la
reputación o competencia del demandante como astrónomo. No se ataca en
serio la pericia de un científico al usar la expresión indeterminada
"cabezota". Sagan, entonces, denunció el uso inicial de su nombre por alusiones, pero volvió a perder y Sagan apeló la resolución.
En noviembre de 1995, se llegó a un acuerdo extrajudicial, y la oficina
de patentes y marcas de Apple emitió un comunicado conciliatorio:
Apple
siempre ha sentido un gran respeto hacia el Dr. Sagan. Nunca fue
intención de Apple el causarle al Dr. Sagan o a su familia ninguna
vergüenza o preocupación.
Enfermedad y Fallecimiento:
Dos años después de diagnosticársele una
mielodisplasia, y después de someterse a tres
trasplantes de médula ósea procedente de su hermana, el Dr. Carl Sagan murió de
neumonía a los 62 años de edad en el
Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de
Seattle,
Washington, el 20 de diciembre de 1996. Fue enterrado en el Cementerio Lakeview,
Ithaca, Nueva York
Libros publicados en Castellano:
Los años corresponden a las fechas de primera publicación en lengua inglesa. El ISBN puede no estar relacionado con el año.
-Hs:21:35Pm-Fuente:Wikipedia-Investigacion:Alberto Costacurta Grossetti-Edicion:Mirta B Costacurta y Corresponsales de FILEALIEN-46-
http://filealien-46.blogspot.com
Correo de contacto: albertocostacurta46@hotmail.com-