lunes, 8 de abril de 2013

-FALLECIO MARGARET THATCHER-"LA DAMA DE HIERRO"-




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-Argentina-Abril/08/2013-
-Un periodista militar soviético, Yuri Gavrílov, fue el primero al que se le ocurrió apodar "La Dama de Hierro" a la fallecida ex primera ministra británica, Margaret Thatcher, fallecida hoy.
Según informa la prensa rusa, el diario militar soviético "Krásnaya Zvezdá" (Estrella Roja) publicó el 24 de enero de 1976 un artículo titulado "La Dama de Hierro" firmado por Gavrílov.
El capitán soviético respondió así a las declaraciones realizadas días antes por Thatcher en las que acusaba a la Unión Soviética de intentar dominar el mundo.
El periodista, ahora un coronel retirado, ha reconocido que se le ocurrió comparar a la entonces líder de la oposición británica con el legendario canciller alemán, Otto Von Bismarck, por su duro carácter.
Al principio puso como titular "La Canciller de Hierro", pero posteriormente, al tratarse de una mujer, decidió cambiarlo por "La Dama de Hierro".
El artículo de "Krásnaya Zvezdá" fue citado posteriormente por el periódico británico "Sunday Times" que tradujo el apodo como "The Iron Lady".
Ese calificativo no disgustó a Thatcher, cuyos asesores no dudaron en utilizarlo durante la campaña electoral de 1979: "Gran Bretaña necesita una dama de hierro".
Curiosamente, la fallecida dirigente señaló en su biografía que fue la agencia de noticias soviética, Tass, quien ideó su sobrenombre, pero ésta había tomado prestada la idea de "Krásnaya Zvezdá".
Thatcher se convertiría una vez elegida en mayo de 1979 en uno de los principales críticos de la URSS.
Según Iván Mélnikov, vicepresidente del Partido Comunista de Rusia (PCR), Thatcher "jugó un papel muy importante en la desintegración de la URSS".
El político comunista dijo hoy a la agencia Interfax que uno de los proyectos políticos más exitosos en la carrera de la líder conservadora británica fue "la seducción política de (Mijail) Gorbachov".
-DATOS BIOGRAFICOS:
Lady Margaret Hilda Thatcher, Baronesa Thatcher de Kesteven, LG, OM, PC, FRS (de soltera Roberts; Grantham, 13 de octubre de 1925 - Londres, 8 de abril de 2013) fue una licenciada en Ciencias Químicas, abogado y prominente política británica que ejerció como primera ministra del Reino Unido desde 1979 a 1990, siendo la persona en ese cargo por mayor tiempo durante el siglo XX y la única mujer que ha ocupado este puesto en su país. Apodada «La Dama de Hierro» por su firme oposición a la Unión Soviética, implementó una serie de políticas conservadoras que llegaron a ser conocidas como thatcherismo.
Ejerció inicialmente como química y luego como abogada. En las elecciones generales de 1959 Thatcher se convirtió en miembro del Parlamento (MP) por Finchley, desde donde juzgó duramente la política fiscal del gobierno laborista. Edward Heath la nombró ministra de Educación y Ciencia en 1970. En 1975 venció a Heath en las elecciones del Partido Conservador y pasó a ocupar la presidencia del partido, llegando a ser la líder de la oposición y la primera mujer en dirigir uno de los principales partidos políticos en el Reino Unido. Después de triunfar con su partido en las elecciones generales de 1979, Thatcher se convirtió en la primera ministra del Reino Unido.
Después de llegar al número 10 de Downing Street, Thatcher introdujo una serie de iniciativas políticas y económicas para revertir lo que percibía como un precipitado declive nacional en el Reino Unido. Su filosofía política y su política económica hicieron hincapié en la desregularización (especialmente del sector financiero), la flexibilización en el mercado laboral, la privatización de empresas públicas y la reducción del poder de los sindicatos. Durante sus primeros años de gobierno la popularidad de Thatcher disminuyó en medio de la recesión y el alto desempleo, hasta que la recuperación económica y la victoria en la Guerra de Malvinas de 1982 le brindaron un aumento en su popularidad, que se tradujo en la reelección en 1983. Llevó adelante una férrea política exterior caracterizada por su oposición a la formación de la Unión Europea y un completo alineamiento con la política exterior de Estados Unidos. Sin embargo, firmó el Acta Única Europea, que establecía formalmente el mercado único y una cooperación más estrecha en Europa. Introdujo un cambio socioeconómico radical en el Reino Unido, aunque fue criticada por la venta de bienes del Estado y el debilitamiento de los sindicatos.
Thatcher fue reelegida para un tercer mandato en 1987, pero su impuesto a la comunidad (conocido popularmente como poll tax) fue muy impopular y otros miembros de su gabinete no compartían sus puntos de vista sobre la Comunidad Europea. Así, en noviembre de 1990 renunció al cargo de primera ministra y líder del partido, después de que Michael Heseltine desafiara su puesto como cabeza del partido para luego ser sucedida por John Major como primer ministro. Obtuvo el título nobiliario de Baronesa Thatcher de Kesteven, en el condado de Lincolnshire, que le otorga el derecho vitalicio y no hereditario de ser miembro de la Cámara de los Lores
-Comienzos de su carrera política:
En las elecciones generales de 1950 y 1951, Roberts fue la candidata conservadora para el bastión laborista del escaño de Dartford, donde atrajo la atención de los medios de comunicación por ser la más joven y la única mujer candidata. A pesar de que perdió en ambas ocasiones con Norman Dodds, redujo notablemente la mayoría laborista en 6000, y luego a otros 1000 (por una extraña coincidencia, Edward Heath, fue elegido por primera vez en el distrito electoral vecino en 1950). Durante las campañas, Roberts fue apoyada por sus padres y por Denis Thatcher, con quien contrajo matrimonio en diciembre de 1951.  Denis financió los estudios de su esposa para el Colegio de abogados; se recibió en la categoría de barrister en 1953 y se especializó en derecho tributario. Ese mismo año, nacieron sus mellizos, Carol y Mark. Thatcher no fue candidata en las elecciones generales de 1955, ya que se llevaron a cabo relativamente poco después del nacimiento de sus hijos, aunque fue rechazada por escaso margen para ser candidata por Orpington en las elecciones parciales de 1955, en las cuales triunfó Donald Sumner
  -PRIMERA MINISTRA(1979-19990)-
.-Thatcher ocupó el cargo de primer ministro del Reino Unido el 4 de mayo de 1979. Al llegar al número 10 de Downing Street dijo, en una paráfrasis de la «Oración de san Francisco»:
Donde haya discordia, llevemos la armonía. Donde haya error, llevemos la verdad. Donde haya duda, llevemos la fe. Y donde haya desesperación, llevemos la esperanza.
-ASUNTOS EXTERIORES:
.Thatcher subió al poder en el último período de la Guerra Fría y con el tiempo se mostró a favor de las políticas del presidente estadounidense Ronald Reagan, basadas en su compartida aversión por el comunismo; no obstante, ella se opuso firmemente a la invasión de Granada por parte del ejército estadounidense, ocurrida en octubre de 1983. Durante su primer año como primera ministra, apoyó la decisión de la OTAN de desplegar varios cruceros y misiles balísticos nucleares en Europa Occidental, además de permitir a los Estados Unidos estacionar más de 160 misiles de crucero en la RAF Greenham Common, comenzando el 14 de noviembre de 1983 y dando lugar a protestas masivas de la Campaña para el Desarme Nuclear. Además, adquirió un sistema de misiles trident para submarinos elaborado por Estados Unidos para remplazar el sistema Polaris, triplicando las fuerzas nucleares británicas a un costo final de más de £12 mil millones (en precios de 1996). En enero de 1986, la preferencia de Thatcher por los acuerdos de defensa con los Estados Unidos se demostró en el caso Westland, cuando ella y sus colegas alentaron al fabricante de helicópteros de batalla Westland a rechazar una oferta de compra por parte de la firma italiana Agusta, para seguir la opción preferida por el director y crear una alianza con Sikorsky Aircraft Corporation. El ministro de Defensa, Michael Heseltine, quien apoyaba el trato con Agusta, renunció a manera de protesta.
A pesar de posicionarse en contra del apartheid, Thatcher se opuso a las sanciones impuestas a Sudáfrica por la Mancomunidad de Naciones y la Comunidad Europea. Intentó mantener un comercio constante con el país africano mientras persuadía a su gobierno de abandonar el apartheid. Esto incluía «actuar como si fuera una buena amiga del presidente P. W. Botha», e invitarlo a visitar el Reino Unido en junio de 1984, pese a las «inevitables demostraciones» de rechazo en contra de su régimen. Por otro lado, Thatcher no era partidaria del Congreso Nacional Africano (CNA), y Geoffrey Howe recuerda que en octubre de 1987 lo calificó como «una típica organización terrorista». El gobierno de Thatcher apoyó a los Jemeres Rojos para mantener su asiento en las Naciones Unidas luego de que fueran derrocados del poder en Camboya como consecuencia de la Guerra Camboya-Vietnam. Aunque lo negó en esa época, también envió al Servicio Aéreo Especial a entrenar a los Jemeres Rojos para que lucharan en contra del gobierno de la República Popular de Kampuchea, que era apoyado por los vietnamitas.
La antipatía de Thatcher hacia la integración europea se volvió más pronunciada durante su mandato, particularmente después de su tercera victoria electoral en 1987. Durante un discurso que pronunció en 1988 en Brujas, subrayó su oposición a las propuestas de la Comunidad Europea (CE) (antecedente de la Unión Europea) de crear una estructura federal y un incremento de la centralización en la toma de decisiones. Thatcher y su partido apoyaron la entrada del Reino Unido a la CE en un referendo en 1975,pero creía que el papel de la organización debería limitarse a asegurar el libre comercio y la competitividad efectiva, y temía que el enfoque de la CE fuera en contra de sus planes de disminuir el poder del gobierno y la desregulación. En 1988 remarcó, «no hemos retrocedido exitosamente las fronteras del poder del Estado en Gran Bretaña, sólo para volverlas a ver impuestas a un nivel europeo, con un super-Estado europeo ejerciendo un nuevo dominio desde Bruselas». Thatcher se oponía firmemente a la membresía del Reino Unido al Mecanismo de tipos de cambio, un precursor de la unión monetaria europea, con la creencia de que constreñiría la economía británica, pese a la presión hecha por el canciller Nigel Lawson y el ministro de Asuntos Exteriores Geoffrey Howe; en octubre de 1990 fue persuadida por John Major para unirse al mecanismo, lo que resultó tener un costo bastante alto.
Thatcher riendo con el líder soviético Mijaíl Gorbachov y su esposa Raísa, en la embajada soviética, el 1 de abril de 1989.
En abril de 1986, Thatcher permitió el uso de las bases de la Royal Air Force a los F-111 estadounidenses para el bombardeo de Libia, luego de la explosión en una discoteca en Berlín, citando el derecho a la autodefensa según el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Las encuestas sugirieron que menos de uno de cada tres británicos aprobaba la decisión de Thatcher. En agosto de 1990, mientras se encontraba en una visita oficial a los Estados Unidos, el líder irakí Saddam Hussein invadió a Kuwait. Durante sus pláticas con el presidente George H. W. Bush, quien había sucedido a Reagan en 1989, recomendó una intervención, y presionó a Bush a que desplegara sus tropas en el Medio Oriente para expulsar al ejército irakí fuera de Kuwait. Bush estaba un poco aprensivo con respecto al plan, lo que provocó que Thatcher le remarcara durante una conversación telefónica que «¡este no era el momento de flaquear!». Poco antes del inicio de la Guerra del Golfo, el gobierno británico contribuyó con algunos efectivos militares a la coalición internacional, pero Thatcher renunció antes de que las hostilidades comenzaran el 17 de enero de 1991.
Thatcher fue uno de los primeros líderes de Occidente en recibir positivamente al líder soviético Mijaíl Gorbachov. Después de las reuniones entre Reagan y Gorbachov, y luego de la aplicación de las reformas de este último en la URSS, Thatcher declaró en noviembre de 1988 que «ahora ya no estamos en una Guerra Fría», sino más bien en una «nueva relación mucho más amplia de lo que la Guerra Fría fue». Anteriormente en 1984, había viajado en una visita de Estado a la Unión Soviética, donde se reunió con Gorbachov y Nikolái Ryzhkov, el presidente del Consejo de Ministros. Thatcher se opuso inicialmente a la reunificación alemana, y le mencionó a Gorbachov que «llevaría a un cambio en las fronteras de la posguerra, y no lo podemos permitir porque tal desarrollo podría quebrantar la estabilidad internacional por completo y podría poner en riesgo nuestra seguridad». También expresó su preocupación de que una Alemania unida se alineara más con la Unión Soviética y se alejara de la OTAN. Por el contrario, siempre estuvo a favor de la independencia de Croacia y Eslovenia.-En una entrevista hecha a la televisión croata en 1991, Thatcher habló sobre las Guerras Yugoslavas; criticó a los gobiernos de Occidente por no reconocer la separación de las repúblicas de Croacia y Eslovenia como estados independientes, y por suplirlas con armas luego del ataque del Ejército Popular Yugoslavo
  -GUERRA DE MALVINAS:.
El 2 de abril de 1982, la junta militar que gobernaba en Argentina ordenó la invasión de los territorios británicos de las Islas Malvinas y ocupó Puerto Stanley, además de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, comenzando así la Guerra de las Malvinas. El hecho fue planeado desde 1978 por el presidente Leopoldo Galtieri y fue bien recibido por el pueblo argentino; consecutivamente, Thatcher afirmó que recuperaría las islas. Estados Unidos intentó llevar a cabo una mediación en términos que concedían alguna satisfacción a las demandas de soberanía de Argentina, para la cual Reagan decidió enviar como mediador al general Alexander Haig. La propuesta estadounidense fue rechazada por el gobierno argentino y horas antes de la invasión, Reagan se había comunicado con Thatcher, a quien le informó sobre una reciente conversación telefónica con Galtieri y le confesó: «no seremos neutrales si Argentina usa la fuerza militar». La crisis subsecuente fue «un momento decisivo en el gobierno [de Thatcher]». A sugerencia de Harold Macmillan y Robert Armstrong, la primera ministra creó y presidió un pequeño gabinete de guerra (formalmente llamado ODSA, Overseas and Defence committee, South Atlantic) para vigilar el desarrollo del conflicto; para el 6 de abril el gabinete había autorizado y desplegado una fuerza de ataque naval para defender las islas.Mientras que todos los países de la OTAN alentaron a Reino Unido, el gobierno argentino recibió el apoyo de los países latinoamericanos, incluyendo a Cuba. Si bien los habitantes de las Islas Malvinas se posicionaron a favor de mantener la soberanía británica, Argentina contaba con varios argumentos jurídicos, geográficos e históricos para recuperar las islas. El 21 de mayo, los británicos desembarcaron en la bahía de San Carlos y, una semana después, comenzó la ofensiva sobre Puerto Stanley.
Finalmente, Argentina se rindió el 14 de junio y en el Reino Unido la operación fue aclamada como un éxito, a pesar de la muerte de 255 efectivos británicos y 3 malvinenses durante los 74 días de duración del enfrentamiento. Las bajas argentinas ascendieron a 649, la mitad de ellas sucedieron el 2 de mayo de 1982, luego de que el submarino nuclear HMS Conqueror (S48) hundiera el crucero ARA General Belgrano. Thatcher fue criticada por su negligencia a brindar una defensa a las Islas Malvinas, lo que desencadenó la guerra, y fue acusada por Tam Dalyell por su decisión de hundir al General Belgrano, por lo que algunos la etiquetaron como «criminal de guerra». Sin embargo, Thatcher fue considerada por los británicos una líder de guerra altamente capaz y comprometida. El «factor Malvinas», la recuperación económica de inicios de 1982 y una oposición laborista amargamente dividida contribuyeron a su segunda victoria electoral en las elecciones generales de 1983. Luego de la guerra, Thatcher a menudo hacía mención del llamado «Espíritu de las Malvinas»; Hastings y Jenkins (1983) sugieren que este hecho reflejó su preferencia por la toma de decisiones ágil hecha por su gabinete de guerra, en vez de los acuerdos minuciosos hechos por el gabinete del gobierno en tiempo de paz.

   -Desafíos a su liderazgo y renuncia:

En las elecciones internas de 1989, el liderazgo del Partido Conservador de Thatcher fue desafiado por un político poco conocido, Sir Anthony Meyer. De los 374 miembros del parlamento elegibles para votar, 314 votaron por Thatcher y 33 por Meyer. Sus seguidores dentro del partido vieron el resultado como un éxito, eliminando los rumores de que existía cierto descontento entre los conservadores.
Thatcher en 1990.
Las encuestas de opinión de septiembre de 1990 reportaron que los laboristas habían establecido un liderazgo que sobrepasaba a los conservadores en un 14%, y para noviembre los laboristas habían conservado la delantera por 18 meses. Estos datos, junto con la personalidad combativa de Thatcher y su capacidad para ignorar las opiniones de sus colegas, contribuyeron a crear un descontento dentro del Partido Conservador.
El 1 de noviembre de 1990, Geoffrey Howe, el último miembro activo de su gabinete original, renunció a su puesto como viceprimer ministro, luego de que Thatcher se negara a aprobar un programa para la adopción de una moneda europea única.- En su discurso de renuncia pronunciado el 13 de noviembre, Howe comentó sobre la postura de Thatcher con la CE: «es algo así como enviar a tu bateador inicial al campo sólo para que, al momento en el que se lance la primera bola, encuentren que sus bates fueron destrozados antes del juego por el capitán del equipo». Su renuncia fue fatal para el mandato de Thatcher.
Al día siguiente, Michael Heseltine desafió su puesto como líder del Partido Conservador. Las encuestas de opinión habían indicado que él le daría a los conservadores la delantera frente a los laboristas. Aunque Thatcher ganó la primera vuelta, Heseltine obtuvo el apoyo suficiente (152 votos) para forzar una segunda vuelta. Inicialmente, Thatcher afirmó que sus intenciones eran «pelear y luchar para ganar» las elecciones, pero tras consultar a su gabinete, la persuadieron de retirarse. Después de reunirse con la Reina, llamar a otros líderes mundiales y pronunciar su discurso final en la Cámara de los Comunes, abandonó Downing Street entre lágrimas. Posteriormente, calificó su expulsión como una traición.
«Estoy muy feliz de haber dejado al Reino Unido en un mucho mejor estado del que estaba cuando llegamos al poder hace once años y medio».
—Margaret Thatcher, al salir del número 10 de Dowming Street, 1990
Thatcher fue reemplazada como primer ministro y como líder del partido por su canciller John Major, quien dirigió un repunte en el apoyo hacia los conservadores en los 17 meses antes de las elecciones generales de 1992, llevando al partido a su cuarta victoria consecutiva el 9 de abril de ese año. Thatcher respaldó a Major cuando se enfrentó a Heseltine por el liderazgo del partido, pero su apoyo disminuyó con el paso de los años.- -IMAGEN PUBLICA:

Margaret Thatcher fue señalada como una mujer de personalidad fuerte, hecho que fue señalado en archivos secretos tras su llegada al poder revelados en 2010 por los Archivos Nacionales del Reino Unido. Su carácter firme y determinación (que le valieron el apodo de «La Dama de Hierro») quedaron demostrados, por ejemplo, en cumbres internacionales o en enfrentamientos y oposiciones con otros políticos de relevancia.
Margaret Thatcher y el primer ministro de Países Bajos, Ruud Lubbers, durante una conferencia de prensa en 1983.
Su fuerte carácter también quedó establecido en sus anotaciones al margen en sus papeles de trabajo. Sobre su primera propuesta de recortes presupuestarios que le hizo llegar el canciller del Exchequer, anotó: «No es lo bastante duro». Incluso, quedó demostrado en diversas situaciones vinculadas con Irlanda del Norte. Las notas de una conversación que mantuvo el 23 de agosto de 1979 con el ministro Humphrey Atkins, reflejaron su indignación por la política neutral adoptada por Estados Unidos en el conflicto del Ulster. Un documento relató una charla en la Casa Blanca entre el presidente estadounidense Jimmy Carter y Thatcher en diciembre de 1979 en la que Carter intentaba convencerle para que vendiera armas al RUC. Según las notas oficiales: «ella misma manejó las dos pistolas que habitualmente utilizaba el RUC y no tenía ninguna duda de que la americana Ruger era mucho mejor». Otra carta de julio de 1978 reveló el cinismo de Thatcher cuando aún era líder de la oposición debido a su negativa de publicar una historia de la inteligencia militar durante la Segunda Guerra Mundial que reconocía la existencia del MI5 y el MI6, los servicios secretos británicos.
Meryl Streep, protagonista de La dama de hierro (2011), comentó en una entrevista sobre Thatcher:
Ella no podía permitirse ni la risa ni las lágrimas porque sabía que eso sería percibido como una señal de debilidad. También manipuló su voz, su acento, su tono, para convertirse en líder. La falta de sentimientos que siempre se le ha achacado ya la mostraba cuando era una joven política. Era muy importante reflejar bien las manifestaciones de aquella personalidad porque tienen mucho que ver con la percepción que se tiene de ella: su grandiosidad, su presencia, la majestuosidad que imprimía a sus opiniones. Hasta ahora pervivían de ella dos imágenes totalmente enfrentadas y exageradas: la del ícono y la del monstruo.
También se caracterizó, principalmente durante su mandato, por su pensamiento político basado en el patriotismo y el nacionalismo, y su aberración por los sindicatos. En 1959, año en que Thatcher ingresó al Parlamento británico, 25 mujeres (un 3,9%) fueron elegidas diputadas en una Cámara de 630 miembros. Actualmente, hay 142 diputadas (un 21,8%). Para 1978, su popularidad en las encuestas se elevó un 11%, mientras que en diciembre de 1980, el índice de aprobación de Thatcher cayó al 23%, el más bajo registrado para cualquier primer ministro. Si bien su popularidad declinó notablemente durante el período de recesión económica de principios de los años de 1980, aumentó considerablemente luego de la victoria en la Guerra de las Malvinas. Thatcher es, hasta la actualidad, la única mujer que ha alcanzado el cargo de primera ministra en Reino Unido, como así también una de las pocas mujeres en liderar un partido político británico de relevancia.
Los rumores acerca de su tendencia al racismo fueron incrementándose a lo largo de su mandato y posteriormente a este. A pesar de que aceptó el ingreso de 10 000 vietnamitas que huían del régimen comunista al Reino Unido, Thatcher supuso que habría disturbios callejeros si recibían viviendas de protección oficial en detrimento de la población blanca y admitió que pondría «muchas menos objeciones si se tratara de refugiados de Rodesia, polacos o húngaros porque sería mucho más fácil asimilarlos en la sociedad británica».
Por otra parte, los críticos han lamentado la influencia de Thatcher en el abandono de ideas como el pleno empleo, la reducción de la pobreza y el consenso civil como base de los objetivos políticos. También ha sido criticada por ser divisiva y por promover la codicia y el egoísmo. En abril de 2009, antes del 30° aniversario de su elección como primera ministra, Thatcher habló sobre Escocia, e insistió en que se hallaba en lo cierto y no se arrepentía de aplicar el cargo comunitario y retirar los subsidios a «las industrias anticuadas, cuyos mercados se encuentran en un declive terminal», subsidios que crearon «la cultura de dependencia que ha hecho tanto daño a Gran Bretaña». Según Daily Record: «Antes de Thatcher, Escocia hacía acero, barcos, autos y producía carbón [...] [Para cuando Thatcher terminó su gobierno] todas esas industrias quedaron debastadas y decenas de miles de hombres y sus familias [...] vivían sin trabajo y esperanza». La economista política Susan Strange definió al nuevo modelo de crecimiento financiero como «capitalismo de casino», reflejando su perspectiva de que la especulación y el comercio de acciones se habían vuelto más importantes para la economía que la misma industria.
Durante su mandato, Thatcher obtuvo un índice de aprobación de 40%, el segundo más bajo para un primer ministro de la posguerra. Las encuestas consistentemente mostraban que era más impopular que su partido. Al haberse definido como una política de convicción, Thatcher siempre insistió que no le importaban las encuestas, apuntando a su récord de elecciones invictas. Sin embargo, en julio de 2011 Thatcher fue nombrada la primera ministra británica más competente de los últimos 30 años en una encuesta de Ipsos MORI. También, fue considerada una de las figuras políticas más importantes como así también una de las 25 mujeres más poderosas del siglo XX por la revista Time.-Hs:12:57Am-Fuente:Agencia TASS-Investigacion:Alberto Costacurta Grossetti-Edicion:Mirta B Costacurta y Corresponsales de FILEALIEN-46-  http://filealien-46.blogspot.com Correo de contacto: albertocostacurta46@hotmail.com-

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