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El cañón más emblemático de la Segunda Guerra Mundial fue el ZiS-3, la estrella de la Gran Guerra Patria. Su prototipo fue fabricado en la planta Nº 92 en Gorki (actual Nizhni Nóvgorod) el veintidós de junio de 1941, justo el día en que Alemania atacó la URSS. Al día siguiente empezaron sus pruebas en la misma fábrica. Un mes después, el prototipo de ZiS-3 fue mostrado en Moscú al mariscal Kulik (conocido del omnipotente Stalin desde la época de la guerra civil rusa y personaje de muy escasa cultura y formación), que era el entonces jefe del departamento de artillería del Ejército Rojo.Inicios complicados
El diseñador de esta arma, Vasili Grabin, la describió así en su famoso libro de memorias Armas de la victoria: “El primero en ser presentado fue nuestro elegante ZiS-3. Fue nuestra principal creación… Considerando que el lanzamiento de cada nuevo escalón de producción a gran escala y rearme del Ejército Rojo es un proceso complejo, largo y caro, destaqué que en el caso de ZiS-3 todo se resolvería rápida y sencillamente, puesto que la nueva pieza de artillería representaba un tubo de 76 mm colocado sobre una cuña del cañón antitanque de 57 mm ZiS-2, que ya se fabricaba en serie en nuestra planta. Por ello —seguí explicando—, el lanzamiento de la producción de ZiS-3 no solo no perturbará la producción sino que, al contrario, la facilitará, puesto que a partir de este momento, en vez de dos cañones, F-22USV y ZiS-2, en realidad se fabricaría un solo cañón, pero con dos tubos distintos. Además, el coste del ZiS-3 sería tres veces menor que el del F-22USV. Todo ello en suma ofrece a la planta la posibilidad de aumentar la producción de cañones de la división, que serán más fáciles de fabricar y también fiables y de cómodo manejo. Concluí ofreciendo la adopción el cañón de la división ZiS-3 para reemplazar el cañón F-22USV”.
Kulik respondió en tono muy brusco: “¡Usted quiere facilitar la vida a la planta mientras que nuestros soldados están derramando su sangre en el frente! ¡Su cañón no hace falta!”. Al principio Grabin pensó que lo había oído mal o que el mariscal se había equivocado así que solo pudo decir: “¿Cómo?”
“¡Lo que acabo de decir! ¡Que no hace falta!”, contestó el mariscal. “¡Vuelva mejor a su planta y fabrique más cañones de los que se fabrican ya!”
Pero Grabin fue extremadamente obstinado en defender lo que consideraba la obra de toda su vida y el diseñador se atrevió a dar un paso muy arriesgado en aquella época, lanzar la producción en serie de un cañón caído en desgracia entre los altos mandos.
Dos años antes de los acontecimientos descritos, también por iniciativa propia y sin encargo militar previo, ya desarrolló otro símbolo de la Segunda Guerra Mundial, el famoso tanque T-34, que tampoco gustó inicialmente a los militares de alto rango.
Más tarde, Vasili Grabin describió cómo fue organizada la fabricación “clandestina” del ZiS-3: “Nadie, salvo un ‘estrecho círculo de adeptos’ se dio cuenta de que había empezado la fabricación de un nuevo cañón. La única pieza que podía provocar sospechas, el freno de boca, se fabricaba en la planta piloto. Allí se podía hacer todo sin peligro de que fuera descubierto… Todo iba acorde a lo planeado. En la planta de ensamblaje se unían los cañones antitanque ZiS-2, pero sin los tubos. Para el momento del ensamblaje general ya teníamos preparados los tubos y frenos de boca para los ZiS-3. En una noche se ensamblaron y comprobaron varios cañones ZiS-3 y por la mañana del día siguiente los presentamos para el control perceptivo de militares”.
En la noche del diez de agosto de 1941, Grabin fue convocado de urgencia a la oficina del director de la planta. Cuenta en su biografía:
Elian (el director) estaba en su despacho. Me dijo brevemente:
—Poskrióbishev (el secretario y asesor de Stalin) pidió que le llamara.
No sabía qué pregunta se me haría, pero no tuve tiempo para pensar. Cogí el auricular y marqué el número y oí la tranquila voz de Stalin.
—Usted sabe bien que la situación en el frente es muy complicada. Los fascistas avanzan hacia Moscú… Le ruego que haga todo lo posible para fabricar cuanto antes la mayor cantidad de cañones. Si para eso hay que bajar su calidad, se bajará.
Lo dicho me dejó tan perplejo que ni siquiera respondí en seguida.
—Camarada Stalin, su petición, la tarea que ha planteado, la voy a transmitir a la colectividad de la fábrica. Le aseguro que próximamente la planta aumentará la producción de cañones.
Stalin me lo agradeció.
—Al pasar a un programa de fabricación mayor, organicen el trabajo de modo que la fabricación de cañones vaya creciendo. Tenga presente que nos importa cada cañón.
Fabricación a gran escala y uso durante la Segunda Guerra Mundial
Grabin cumplió su palabra. En tres meses y medio el departamento de diseño terminó todos los trabajos de actualización de procesos tecnológicos de distintos elementos del cañón y efectuó las pruebas de sus prototipos. Como resultado de esta modernización fue rediseñado un 70 % de las piezas de todos los cañones, de hecho se desarrollaron nuevos cañones y procesos de producción. Se elevó la productividad y se redujo el número de piezas.
Por ejemplo, los cañones ZiS-3 y ZiS-2 se componían de 2080 piezas antes de su modernización, pasando después a 1306 elementos. Los cañones de tanques se ensamblaban inicialmente con 861 piezas, pero una vez actualizado el diseño, el número de sus piezas se redujo a 614.
Aunque a primera vista estos datos puedan parecer de poco interés, en realidad resultan imprescindibles para explicar el enorme volumen de fabricación de cañones de la división soviética y sus versiones para los tanques entre 1941-1945. Así por ejemplo, se fabricaron 48 016 cañones de apoyo de división, más que cualquier otro cañón en la historia bélica. Además fueron fabricados 10 450 cañones en versión de instalaciones autopropulsadas SU-76. En su versión para carros blindados se fabricaron 36 826 cañones F-34 (puestos a prueba junto con su portador, el T-34, en 1942 en el polígono norteamericano de Aberdeen y que fueron destacados por ingenieros norteamericanos como el punto fuerte de estos carros de combate) para los famosos T-34 y lanchas blindadas y 3.669 cañones ZiS-5 para los tanques pesados KV (Klim Voroshilov).
Los cañones para los tanques F-34 y ZiS-5 desarrollados por Grabin tenían muy pocas diferencias. Naturalmente, usaban las mismas municiones, excepto municiones de metralla que no podían usar los ZiS-3 debido a su freno de boca.
De este modo, gracias al talento e inteligencia de Vasili Grabin se lograron unificar los cañones y municiones de infantería, sistemas autopropulsores y tanques, lo que no se pudo lograr nunca más, ni antes de, ni después de Grabin (aunque los primeros intentos de unificar los calibres para facilitar la fabricación de municiones se emprendieron en Rusia incluso en el siglo XVIII, con el mariscal Mínij).
Oficialmente el ZiS-3 fue adoptado por el Ejército Rojo el doce de febrero de 1942 bajo el nombre de “Cañón de la división de 76 mm de tubo largo, modelo 1942”. Sin embargo, en este periodo en el frente ya estaban combatiendo al menos un millar de ZiS-3. Las tropas recibían tres versiones de ZiS-3, de distinto grado de simplificación. Debido a la sencillez de su montaje, el ZiS-3 fue el primer cañón en el mundo fabricado en serie y ensamblado en cadena. En enero de 1942, al ver esta pieza de artillería por primera vez, Stalin dijo: “Este cañón es una obra maestra del diseño de sistemas de artillería”.
Se pueden citar varias historias y estadísticas sobre el uso de estos cañones en combate, algunas serán verdad, otras no, pero destaca un detalle. Los datos del alto mando de artillería del Ejército Rojo permiten calcular exactamente el uso de municiones de 76 mm (en su gran mayoría por los ZiS-3), cosa que hizo el conocido historiador y experto en artillería rusa Alexandr Shirokorad.
El consumo total de proyectiles de 76 mm, lanzados por cañones de la división fue de unos 74 millones de unidades, es decir, que se lanzaron más de doce proyectiles contra cada alemán, italiano, rumano, húngaro, japonés y los demás que pelearon contra la Unión Soviética durante la Gran Guerra.
Pero lo más importante es que el ZiS-3 fue el principal cañón de la Gran Guerra Patria y cumplió noblemente con su deber.
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