-FILEALIEN-46-Año 3-Rosario-Santa Fe--Argentina-Enero/20/2013-
-Desde la agricultura transgénica a la ley antiterrorista:
No hace muchos más de 20 años, quienes estábamos medianamente informados, de
las nuevas técnicas de manipulación genética que se venían desarrollando, ya se
instalaba la polémica, sobre si el avance de la biotécnica sería la encargada
de paliar el hambre en la humanidad.
Los que partíamos de una visión marxista analítica y dialéctica, no podíamos
prescindir en el enfoque de base sobre quienes dirigen y se adueñan de la
complejidad científica.
Los años fueron transcurriendo y hoy como ayer seguimos en manos de criminales, que nada les interesa que no sea otra cosa que sus suculentos negocios, por encima de cualquier protección del medioambiente.
La situación es grave.
El capitalismo es fascista y entre tantas cosas para observarlo, se lo ve claramente en el manejo de la propiedad intelectual y los transgénicos.
Las causas de la gravedad están directamente relacionadas con el sistema capitalista y las consecuencias de semejante barbarie, que azota terriblemente a toda la biodiversidad del planeta, están empuñadas con filosas armas por empresas líderes internacionales como Monsanto.
Primero empezaron a arruinar a los cultivadores de maíz de EEUU gracias a unas semillas estériles, que obligaban a los agricultores a invertir en compras de semillas a las multinacionales de turno, después terminaron contaminándose las plantaciones adyacentes.
Esto se fue trasladando al mundo entero y el descontrol es total, en donde muchas formas de vida tradicionales ya son irreparables y todo esto, sumado al demencial sistema de control social, que se imparte en el manejo de la unidireccional forma de producción mercantilista.
Así, el mundo humano, se encuentra llevando a la boca productos transgénicos de
dudosas consecuencias. Dudosa para nosotros que somos las ratas de laboratorio
de sus experimentos.De no lograr frenar todo esto, seguiremos yendo hacia un lugar desconocido.
El mundo está batiendo record de extrema pobreza y está orquestada por quienes lo dirigen con sus poderosísimas empresas que no es difícil de comprobar, que sus caracteres son bien fascista y estamos asistiendo a la mayor manipulación y demolición de la vida conocida en la historia.
Porque nada de todo esto se hace para mejorar la salud ni para paliar el hambre.
Los datos son escalofriantes, solo viendo determinados informes, aún maquillados de las comisiones dependientes de Naciones Unidas, en donde se prevén hambrunas y grandes calamidades con pérdidas significante de toda soberanía alimentaria.
Y esto es así, no se cultiva en base a la necesidad del ser humano sino al negocio que hacen algunos humanos.
Los precios de los alimentos se están encareciendo en todo el mundo y solo podrán comer los que disponen de dinero, que preocupados ya, por lo que puedan hacer los cadenciados, instrumentaron mundialmente y a tal efecto, las leyes antiterroristas al respecto.
En Argentina ya las aprobó el parlamento de criminales de lesa humanidad y ahora nosotros los “terroristas” que no aceptamos que se nos tilde de tal, tenemos que luchar contra estas leyes, que pretenden que no luchemos por un mundo mejor.
Raúl Jauzat.-
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