viernes, 4 de diciembre de 2009

-LA CORTINA DE HIERRO-(1945)-



-La Cortina de Hierro o Telón de Acero fue una expresión usada por Joseph Goebbels y Lutz Schwerin von Krosigk, penúltimo y último cancilleres de Alemania respectivamente, antes de establecerse la Comisión Aliada de Control en mayo de 1945. A su vez, Winston Churchill la hizo suya en un discurso. El ex Primer Ministro británico la usó para referirse a la frontera, no solo física sino también ideológica, que dividió a Europa en dos después de la Segunda Guerra Mundial. Churchill popularizó el término en una conferencia en Estados Unidos en 1946, donde dijo:

"Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente (Europa) un telón de acero"
Winston Churchill

La frontera de la que hablaba Churchill dividía a los estados socialistas, encabezados política, económica y militarmente con la Unión Soviética y los estados capitalistas, alineados con los Estados Unidos.

El término había sido de hecho ideado o utilizado antes por el Ministro de Propaganda de la Alemania nazi Joseph Goebbels, quien declaró el 25 de febrero de 1945 en un artículo titulado El Año 2000, en el periódico semanal Das Reich:

"Si los alemanes bajan sus armas, los soviéticos, de acuerdo con el arreglo al que han llegado Roosevelt, Churchill y Stalin, ocuparán todo el este y el sudeste de Europa, así como gran parte del Reich. Una cortina de acero (ein eiserner Vorhang) caerá sobre este enorme territorio controlado por la Unión Soviética, detrás de la cual las naciones serán degolladas. La prensa judía en Londres y Nueva York seguirá aplaudiendo probablemente"
Joseph Goebbels

La división también se hizo patente en dos sistemas militares contrapuestos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (1949) y el Pacto de Varsovia (1955), así como en las alianzas económicas, el Plan Marshall por un lado y el Consejo de Ayuda Mutua Económica por otro. Esta división en dos bloques enfrentados en sus concepciones políticas, militares y económicas, dio lugar a la situación conocida como Guerra Fría (la cual se prolongaría hasta fines de la década de 1980).

De hecho, la mayoría de los países al Este del Telón de Acero se resignaron a ser satélites de la Unión Soviética, luego deque, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, ésta avanzase sobre los restos de la Europa hasta entonces ocupada por los nazis. Esta soberanía limitada o tutelada quedó confirmada por el sofocamiento del levantamiento germano-oriental de 1953, por la fallida revolución húngara de 1956 (que llevó al fusilamiento del líder reformista Imre Nagy en 1958) y por la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968 (Primavera de Praga). En particular, luego de producida ésta última, el gobierno de Leonid Brézhnev elaboró la denominada doctrina que lleva su apellido, según la cual como lo “que afecta a un país socialista afecta al socialismo como un todo”, la URSS se arrogaba el derecho de invadir militarmente cualquier país de su área de influencia en Europa Oriental. El surgimiento del combativo sindicato polaco Solidarność (“Solidaridad”) en 1980 tendió a confirmar el estado de tensión ideológica interna que se vivía detrás de la también denominada “Cortina de Hierro”.

Únicamente la Yugoslavia del mariscal Josip “Broz” Tito y la Albania de Enver Hoxha lograrían, aún teniendo sendos gobiernos marxistas, mantener una relativa independencia de la URSS. Ya en 1948, tan sólo tres años después de la finalización de la guerra, Tito rompió con el régimen de Iósif Stalin. A pesar de haber proclamado su neutralidad frente a ambos bloques, el líder yugoslavo mantuvo una forma de gobierno socialista, argumentando que su “marxismo-leninismo era más puro que el soviético”. Por su parte, el estalinista Hoxha lo hizo a partir de la década de 1960, después de que el por entonces nuevo premier soviético Nikita Jrushchov, a partir de su posteriormente famoso discurso secreto del 25 de febrero de 1956, comenzase a denunciar públicamente los excesos y crímenes cometidos en vida por Stalin. Ante esa nueva situación internacional, después de producido el cisma ideológico chino-soviético, el líder albanés decidió romper con la URSS y tomar partido por la China del entonces dirigente Mao Zedong.

Al oeste del Telón, Finlandia y Austria mantenían también una política de relativa neutralidad respecto a los bloques, buscando mantener relaciones cordiales con la Unión Soviética. En los medios de comunicación de algunos países occidentales, se acuñó el término de finlandización para describir, en sentido negativo, una política exterior que según dichos medios se acomodaba para servir a los intereses soviéticos.

-Investigacion-Edicion:M-G-SIMONIN-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA AQUI TU COMENTARIO O EN CORREO ELECTRONICO:arnold462009@hotmail.com