viernes, 23 de julio de 2010

COSMONAUTA FIODOR YURCHIJIN-ENTREVISTA-

-ENTREVISTA A FIODOR YURCHIJIN-COSMONAUTA DE ISS-

-FIODOR YURCHIJIN(CON MANO EN ALTO)-









-COSMONAUTAS A BORDO DE LA ISS-
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-El ‘Héroe de la Federación de Rusia’ (distinción nacional más alta de Rusia) Fiódor Yurchijin: “A todos los niños que me han escrito y que me ayudan y participan en este proyecto, a quien he prometido contestar desde la órbita espacial”.

Entonces, empezamos! Digo ‘nosotros’ porque sin vosotros, queridos amigos, este blog tendría una vida unilateralmente pobre. Además precisamente de vosotros y de vuestras preguntas dependerá si es interesante o no este blog, al igual que de mis repuestas, por supuesto. Intentaré contestar a varias de las preguntas en breve en formato de videoconferencia. Y mirad obligatoriamente las fotografías.

También hablaremos sobre los premios. Propongo crear premios para las mejores preguntas y vosotros por vuestra parte inventaréis el premio (o los premios) por la mejor respuesta. ¿Hecho el trato?
Bueno si nos hemos puesto todos de acuerdo, entonces juntos ¡Va-a-a-mos a por vuestras preguntas!

¿A qué edad le llegó el consciente deseo de convertirse en cosmonauta?

Tenía el sueño de llegar a ser cosmonauta desde una edad muy temprana. Todos los chicos y chicas no paraban de pronunciar los nombres de Gagarin, Titov, Nikoláev, Popóvich, Bykovskiy, Tereshkova… Nuestros primeros cosmonautas. Y el deseo bien formado llegó cuando estaba estudiando en el colegio, entre séptimo-octavo curso. Ingresé en la clase que se especializaba en física y matemáticas y escogí la universidad donde quería estudiar posteriormente. La Universidad se llamaba Instituto Superior de Aviación de Moscú Ordjonikidze. Y a eso dediqué mis estudios en el colegio. El sueño se transformó en un deseo, el deseo en un objetivo, el objetivo en un proceso práctico de realización. Soy uno de los muchos que se graduaron del mencionado Instituto. Y estoy muy agradecido a todos los que me ayudaron en mi camino.

¿Qué es lo que ha influido en su elección de ser cosmonauta –el ejemplo histórico de los primeros cosmonautas soviéticos–, libros, películas o algo más?

Por supuesto –el ejemplo heroico de los cosmonautas soviéticos. Precisamente heroico–. Aunque hoy se puede leer y escuchar versiones totalmente diferentes, a veces hasta indignantes sobre los primeros vuelos. Tenemos que memorizar una vez por todas –ellos fueron los primeros–, y su misión era mucho más complicada que la de los demás. Iban hacia lo desconocido y lo consiguieron, lo conquistaron. Nosotros les seguimos y queremos mucho que alguien nos siga a nosotros.
Libros, películas… Soñando con ser cosmonauta, por supuesto que leía, miraba todo lo que tenía que ver con el espacio. Literatura popular, científica, de ficción, periódicos, revistas, memorias. Todo lo que se podía encontrar, hallar, sacar de la biblioteca. Y películas sobre la conquista del espacio, sobre nuestras primeras victorias, y también de ciencia ficción. Los sellos. Hasta el día de hoy intento seguir coleccionándolos.

Pero lo importante, es el ejemplo personal de nuestros primeros cosmonautas!


Ha visto de pequeño las películas ‘Moscú-Cassiopeia’, ‘Per aspera ad astra’ (‘Por los obstáculos, a las estrellas’), ‘2001: Odisea del espacio’? ¿Qué le gusta de la ciencia ficción?

¡Por supuesto que las he visto! Y me gustaron todas y mucho. Y ahora al regresar a casa me gustaría volver a ver con mi hija menor, Lenochka, ‘Moscú-Cassiopeia’ y ‘Los adolescentes en el Universo’. Porque por culpa del trabajo de su papá lo ve siempre todo a ratos. Puede que se unirá a nosotros Dashenka, mi hija mayor.

¿Cuántos años ha invertido hacia la realización de su sueño? ¿Dónde ha estudiado, servido, trabajado antes de ser cosmonauta?

Mucho tiempo. Más de lo que hubiera querido. Pero no creo que sea correcto acentuar la respuesta tan sólo en la cantidad de años. Ya que en efecto en este camino había obstáculos, dificultades que son una prueba de la fidelidad de uno para lograr el sueño. El colegio… era el colegio ruso № 5 Korolev, de la ciudad de Batumi (ciudad de Georgia). La clase se especializaba en física y matemáticas. Después el Instituto Superior de Aviación de Moscú Ordjonikidze. La facultad ‘Aparatos voladores’ según se llamaba antes, la actual ‘Facultad aerocósmica’. Este año la facultad ha cumplido 40 años y 80 años, el Instituto. Por desgracia no pude asistir a ninguno de los aniversarios. La preparación para el vuelo ocupó todo mi tiempo. No he servido en la mili. Después de finalizar el Instituto desde 1983 trabajo en la Corporación Federal de Cohetes y Espacio ‘Energía’ Korolev. En 1986 escribí la solicitud, pidiendo mi ingreso en el destacamento de cosmonautas, y tan sólo en 1997 gracias a la decisión de la Comisión Estatal he sido recomendado como candidato al destacamento de la corporación ‘Energía’. En octubre de 2002 he realizado mi primer vuelo espacial en la nave Atlantis.
Alguien llega a su objetivo mucho antes, alguien tarda años, décadas…Yo creo que no sólo el objetivo es importante. Es importante el camino que sigues. Cómo lo sigues y a quién encuentras. Si has podido conservarte a ti mismo, a tus amigos, si has adquirido nuevos. Mientras que el objetivo –es la parada en tu camino. Cuantas más hay – más interesante es el camino.

¿Qué opinan sus familiares sobre su ‘trabajo’?

Siempre están preocupados. Y esta angustia no pasa con los años. Mi familia, mi mujer y nuestras dos maravillosas hijas –es el equipo más seguro del mundo–, y les estoy muy agradecido por eso. ¡Siempre están conmigo!

¿Cuántos meses al año suele pasar aproximadamente lejos de su familia?

Depende. Los últimos dos años antes de ser designado para este vuelo, casi todo el tiempo lo solía pasar con mi familia. Era un período excelente. Y anteriormente – solía pasar unos 6 meses en casa–. Algunas veces más, otras menos.

¿Cómo ha cambiado el espacio sus actitudes hacia la vida, hacia las personas en general?

Sabe, uno de los astronautas americanos dijo una vez: cada uno de nosotros se va al espacio siendo patriota de su país, pero regresa patriota de toda la Tierra. Y no se puede decir mejor. Mirando a la Tierra desde arriba sientes nuestro planeta como un ser único y vivo que sufre los incendios, las destrucciones, los terremotos, las guerras. Y entiendes que los hombres deben unirse en nombre del futuro. Tarde o temprano. Mejor temprano.

¿Qué es lo que cuenta a sus hijos sobre el espacio? ¿Le gustaría que también siguieran sus pasos?

La pregunta es si realmente lo quieren ellos. Para mí lo importante no es lo que, sino como serán. Espero que sean muy buenas.

¿Ha visitado el Museo Conmemorativo de Cosmonáutica en el Centro Nacional de Exposiciones de Moscú?

Sí y estoy orgulloso de este museo nuestro. ¡Lo considero el mejor del mundo! En vísperas de la salida lo he visitado y he llevado conmigo al espacio la bandera del museo. La devolveré obligatoriamente al regresar. Y también he prometido contestar a las preguntas de las cartas de los niños que éstos echan en un buzón especial de la Estación Espacial Internacional.

¿Quién ha contribuido más en la conquista del espacio, según Ud. – Korolev, Tsiolkovsky o alguien más? ¿Y cómo se puede evaluar esta contribución?

Es la misma disputa eterna como la de que ha aparecido antes el huevo o la gallina. Para los prácticos probablemente Serguéi Korolev sea más cercano, para los teóricos, Eduard Tsiolkovsky. Cada uno tiene sus partidarios. Pero ambos eran unos genios. Mientras que para mí los genios no se dividen en grandes o pequeños.

¿Da a menudo conferencias o charlas sobre su trabajo?

En todo caso, cuando me piden ir a algún colegio para hablar con los niños, intento no defraudarles. Entonces voy con mucho gusto e invito a mis compañeros.

¿Cuánto tiempo planea seguir volando?

En todo caso no pienso batir récords de edad. Además después de John Glenn es prácticamente imposible. Por cierto eso también depende mucho de otras personas.

¿Dónde hay que estudiar y qué hay que saber para llegar a los destacamentos de los cosmonautas? ¿Quién aparte de los pilotos puede llegar a serlo?

Hoy día hay tres vías para llegar a ser cosmonauta. Es elegir la profesión de aviador, ingeniero de industria cósmica u otras ramas adyacentes. La profesión del médico, por ejemplo. ¡Estoy seguro de que pronto habrá más vías!
La educación superior y una salud excelente son requisitos obligatorios. Os invito a todos al Instituto Superior de Aviación de Moscú. En sus aulas académicas ha estudiado la mayor parte de los cosmonautas.

¿Cómo se diferencia la sensación en el momento de la espera del vuelo y durante el propio vuelo?

La espera siempre es agotadora. Sobre todo la espera de tu propio vuelo. Algunas veces tardan años. Cuando tu todavía sigues en la Tierra mientras que tus compañeros trabajan. Y en el vuelo… Me acuerdo de mi segunda misión espacial. Al principio Oleg Kótov y yo pensábamos que el tiempo volaba. Después de los 3 meses, se paró. Y los días se hacían muy, muy largos. Luego empezó la andadura, apresuradamente. Y al final empezaron a correr. Había hasta una sensación de atrapar una semanita más, para acabar todas las cosas. Si hay mucho trabajo y es interesante, no notas el tiempo. Nuestro trabajo es muy variado, y muy interesante!

¿Cuándo los cosmonautas antes del despegue comen por última vez en la Tierra?

Unas 7 horas antes del despegue. Todos juntos, la tripulación principal, los suplentes y los médicos. Después de ello nos trasladamos al cosmódromo, más cerca de la ‘mesa de arranque’. Y allí se puede tomar té, si le apetece a alguien. La siguiente vez se come ya en el espacio extraterrestre.

He leído que los astronautas eligen comida individualmente con ayuda de un dietólogo; ¿suele pasar mucho tiempo en la Tierra para la preparación de tal menú personal?

Sí, mucho. Primero los productos pasan la fase de aprobación. Nosotros probamos diferentes platos y determinamos los que nos gustan y los que no. Luego nos preparan el menú para 8 días. Y cada 8 días se repite. Dicen que a partir del año que viene se introducirá el menú de 16 días. Además habrá contenedores bonus con los productos favoritos, y también los familiares y los aficionados de la Tierra nos mandan uno con una furgoneta. La comida es bastante rica y variada. Los tubos ya es cosa pasada que sólo se puede ver en museos. En la nave espacial uno no se morirá de hambre. La verdad, es que estoy engordando aquí, lo que no es nada bueno.
P.D. Aunque ¡qué hambre pasa uno a veces! Sueñas con poder sentarte a una mesa normal y untar el pan con mantequilla, añadir un trozo de limón en el té y tomártelo, sin prisas, disfrutando y saboreando cada trago.

¿Suelen soñar algo los cosmonautas en el momento de despegue y el vuelo?

Bueno en el momento de arranque seguramente no, mientras que durante el vuelo es bastante frecuente al igual que en la Tierra. Hay unos muy divertidos, hay otros de color. Ojalá hubiera menos inquietantes y más con el ruido de la lluvia.

¿Hay muchas cosas que se usan antes del vuelo en Baikonur parecidas a las que hay en las naves cósmicas (tubos con comida, ropa especializada, aparatos, etc.)?

Hay muchas y hay pocas a la vez. Muchas porque cucharas, tenedores, cuchillos y otros objetos son idénticos a los que existen en la Tierra. Cada año hay menos y menos objetos especializados en el espacio, y más cosas normales. Cepillos de dientes, peines de pelo, champús… No, los champús son especiales. La verdad es que en el espacio no hay de absolutamente todo. Por ejemplo, no hay frigorífico, lo que conlleva que no hay helados (que me encantan), poca perfumería, sólo cremas para las manos, la cara, y que no contienen alcohol, están hechos a base de agua. No hay televisión, sofá, aunque sería bastante problemático tumbarse en él aquí. Hay pocos libros. Lo que concierne a los equipos que se usan en el espacio, lo conocemos y trabajamos con él en la Ciudad de las Estrellas.

¿Cuánto tiempo requiere el vuelo del cosmódromo hasta la Estación Espacial Internacional?

Un poco más de 2 días, tras el acoplamiento abrimos las escotillas y pasamos a la estación. Aunque técnicamente nuestras astronaves pueden acoplarse a la estación ya en la siguiente vuelta alrededor de la Tierra tras el despegue. Pero es una tarea bastante complicada que exigirá mayor gasto de combustible.

¿Cuánto tiempo se tarda en el acoplamiento?

Desde el momento en que la tripulación ocupa sus puestos empieza a funcionar y hasta el propio acoplamiento, 3 horas y pico. En el Centro de la administración de vuelos, en Korolev de la región de Moscú se tarda mucho más tiempo. Allí calculan nuestra trayectoria de antemano, reciben y analizan la información desde nuestra nave espacial y la Estación Espacial Internacional y se preparan.

¿Es frecuente que los cosmonautas realicen algunas manipulaciones de control de las naves espaciales por su cuenta, incluidos los regímenes automáticos?

Sí, a menudo, aunque no ellos mismos, sino según la indicación y la coordinación con la Tierra. Hay un programa de vuelo y está escrito de antemano prácticamente por minutos. De nuestras actividades se puede destacar los tests del Sistema de Dirección de la nave, la construcción de las orientaciones en el Sol y el rotor de la propia nave, para una mejor iluminación de nuestras baterías solares. El nuevo acoplamiento. Pero nada de ‘cosecha propia’. Todo tiene que ir según el plan ya establecido.

¿A qué se dedican los astronautas durante el vuelo hacia la Estación Espacial Internacional? ¿Pueden ocurrir alguna situación eventual o imprevista? ¿No suele molestar la luz solar?

Nos dedicamos a la verificación de los sistemas de la nave y a la realización de algunas pruebas. Situaciones eventuales pueden pasar. En la nave todos los sistemas principales están duplicados especialmente para el caso de fallo. Y nosotros nos preparamos mucho para eliminar diferentes desperfectos. A decir verdad cada uno de nosotros desea tener cuanto menos de estos fallos.
Siempre te alegras al ver el sol, aunque en el espacio es mucho más brillante, y a la vez más peligroso. Y para que no moleste, las claraboyas están dotadas de cortinas antisolares.

El 28 de junio se llevó a cabo el reacople de la nave Soyuz-TMA-19
16 de julio 2010 | 20:31

Hemos dejado nuestra casa espacial por poco tiempo. En el programa de nuestro vuelo, esto se llama acoplamiento. El 18 de junio, automáticamente, como un reloj, nos acoplamos a nuestro módulo ‘Zvezda’ (Estrella). Y el 2 de julio a este mismo módulo llegará el transbordador Progress.

Hemos cambiado nuestro lugar por uno nuevo, a un módulo con un bonito nombre ‘Rassvet’ (Amanecer). El acoplamiento siempre se lleva a cabo de forma manual. Debo decirles que ésta es una tarea muy importante y difícil para la tripulación. En un momento dado, ocupamos nuestros lugares y estuvimos dispuestos a comenzar con el trabajo, pero recibimos indicaciones de que el acoplamiento se aplazaba una hora y media, por problemas en los paneles solares. Por un momento hasta pensé -¿es que acaso lo van a postergar?-, pero favorablemente para nosotros todo se resolvió, y Shannon Walter, el ingeniero de nuestra tripulación nos dio la orden para desacoplar.

El desacople… y nosotros estamos volando, junto a nuestra enorme casa espacial, la casa que construyeron y que continúan construyendo varios países. La casa que se llama Estación Espacial Internacional. La casa donde se encuentra lo más moderno y fiable de nuestro mundo científico.

Y sientes una gran responsabilidad ante todos aquellos que participaron en este gran proyecto. Pasan 3 o 4 minutos y por primera vez siento el astil de la nave. Por primera vez comprendo que ningún ensayo de motores puede resistir en comparación con el sobrevuelo de la estación espacial. Al tocar te das cuenta que no es un simulador. La máquina es sorprendentemente sensible. Responde a cada movimiento. Es por eso que primeramente nos acostumbramos el uno al otro.

Quisiera agradecer a los instructores del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas por haberme inducido todos sus conocimientos, y experiencias. Gracias a Igor Martynov, a mi primer instructor Andrey Savinstev y por su puesto a Albert Mijáilovich Márkov por haberme preparado para esta misión. Damos un giro por el arco de seguridad y ya estamos en frente del nudo de acoplamiento. He aquí nuestro nuevo módulo ruso ‘Rassvet’ (Amanecer), un buen nombre, significativo, y somos los primeros en acoplarnos a él. Pero para el Centro de Control de Vuelos no es un trabajo cualquiera, sobre sus hombros tienen una gran responsabilidad.

Hemos recibido la orden de aproximación. Shannon ya ha preparado el sistema de acoplamiento de la nave. Douglas Willock, el segundo ingeniero de vuelo de nuestra tripulación, realiza constantemente fotos y vídeos sobre todas las fases del acoplamiento.

¡El acoplamiento se ha logrado! Nuevamente estamos en casa. Más tarde, al pasar a la estación y una vez más al reunirnos con Alexander Skvortsov, Mijail Kornienko y Tracy Caldwell-Dyson junto al nudo de acoplamiento no encontramos en él ningun fallo o huella. Dimos justo en el blanco sin tocar siquiera el cono. Ahora si podemos decir gracias por las felicitaciones de los muchachos.
Como nos enseñó Albert Mijailovich, nuevamente estamos en plena vigencia. Tenemos mucho trabajo por delante y estamos preparados para ello. Todo nos saldrá bien!

Atentamente, Fiódor Yurchijin

-Fuente:Vía la Agencia Federal Espacial de Rusia Roscosmos.

-Investigacion-Edicion:ALBERTO ALIEN-(EL CONTENIDO U OPINION DE LA FUENTE NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE FILEALIEN-46) Paperblog : Los mejores artículos de los blogs

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